
El artículo de revisión es uno de los tipos de publicaciones científicas que permite al investigador socializar los resultados alcanzados.
Aunque su contenido responde regularmente a las primeras etapas de investigación, puede escribirse en cualquier etapa.
Este tipo de artículo aunque no contiene información original, se reconoce su valor científico en tanto sistematiza las investigaciones o teorías de varios autores.
Para este proceso de sistematización, el investigador, identifica una lógica a partir de la revisión bibliográfica sobre la temática.

¿Por qué escribir un artículo de este tipo?
Antes de comenzar a escribir es imprescindible saber cuáles son sus objetivos y para qué lo escribimos.
Dentro de los elementos que distinguen este tipo de artículos se pueden encontrar:
– Sistematizar los aspectos relevantes del tema objeto de estudio.
– Identificar las aproximaciones teóricas elaboradas sobre el tema por otros autores.
– Determinar las variables en el estudio del tema.
– Discutir críticamente las teorías procedentes de diferentes estudios.
¿Cómo hacer un artículo de revisión?
Escribir un texto científico es un proceso díficil, sin embargo si tienes en cuenta la estructura, y el objetivo de este, todo se hace más fácil.
La estructura de un artículo de revisión, dista en algunos aspectos del artículo original, que es el que con mayor frecuencia nos encontramos.
Los elementos esenciales son:
– Título: Refleja la idea principal o temática abordada, no excediendo las 15 palabras.No debe escribirse de manera interrogativa ni expresar las conclusiones a las que se llega.
– Resumen: Aunque se escribe en un solo bloque de texto, ofrece un sumario breve de las principales partes del artículo. Por lo regular no excede las 250 palabras, sin embargo es recomendable siempre revisar las normas d ela revista pues algunas varian.
– Introducción: Además de introducir el tema, explícita el objetivo y la lógica que se sigue a través de la utilización de los métodos utilizados.
– Desarrollo: Establece un fundamento de carácter sistémico entre las distintas obras analizadas, que permite señalar las congruencias y contradicciones existentes en la literatura disponible.
– Conclusiones: Expresan de forma sintética y clara los resultados alcanzados en la revisión.
– Referencias bibliográficas: De los aspectos que más se evaluan por los árbitros revisiores, está en función de la actualidad (últimos cinco años) y la utilización de las normas para su asentamiento.
Con estos elementos básicos, puedes comenzar a escribir los resultados alcanzados en las distintas etapas de tu investigación. Sobre todo en la etapa inicial donde se realiza un estudio profundo de los principales antecedentes o referentes teóricos de tu tema de investigación.