Al comenzar a investigar, es común que no tengamos la idea clara de qué buscar; y mucho menos en qué fuentes de información encontrarlo.
De ahí que la determinación del tema u objeto y sus categorías, permitirá que se revelen sus necesidades reales de información de forma clara y unívoca.
La necesidad de información se puede concretar en dos grandes categorías:
a) La necesidad de localizar y obtener un documento en particular y del cual se conoce el autor o el título.
b) La necesidad de localizar los documentos relativos a un tema en particular: necesidad de tipo temático.
Estas dos formas de expresar una necesidad de información, están presentes en la investigación. Además requieren de la identificación de diferentes fuentes para alcanzarlas.
¿Cómo han evolucionado las fuentes de información?
Diversas investigaciones en el área de las ciencias de la información, revelan la existencia de tres etapas en el desarrollo de las fuentes de investigación.
- Fuentes en papel, así como los instrumentos auxiliares (tablas de contenido, índices de diverso tipo); que ayudaban a la localización de la información.
- La informatización de aquellos instrumentos que originariamente estaban en papel y que permitió acelerar la consulta y su actualización.
- La personalización, adaptación de contenidos y reutilización de la información a través de herramientas tecnológicas y dispositivos para su gestión.
No obstante, un aspecto esencial a tener en consideración para la selección de las fuentes de información es su tipo:
- Primaria: Proporcionan datos de primera mano: libros, artículos científicos, artículo de publicaciones periódicas, monografías. Tambien, tesis y disertaciones, documentos oficiales, reportes de asociaciones, revistas especializadas.
- Secundaria: Reprocesan información de primera mano: Compilaciones, antologías, resúmenes; además de listados de referencias publicados en un área de conocimiento determinada.
- Terciaria: Documentos que comprenden nombres y títulos de revistas y otras publicaciones periódicas, así como de boletines, conferencias y simposios.
El análisis de la información recuperada de estas fuentes le permitirá caracterizar su investigación y su alcance en función de las siguientes conclusiones:
- Clarificar la existencia de una teoría científica capaz de describir o explicar su problema de investigación; o por el contrario la existencia de varias teorías o generalizaciones empíricas que han sido demostradas y que son aplicables a su problema.
- Las teorías existentes no expresan plenamente el problema de investigación que definió; y por tanto se encuentra en presencia de una investigación científica, que necesita de aportes teóricos y prácticos para su contexto.